Culata en escopetas

 

Artículo publicado originalmente el 27/05/2020

A petición de una persona, dedico esta nota (siempre de opinión personal) a las culatas en las escopetas, que quizás pudiera extrapolarse al resto de armas largas aunque nos quedemos solo en las escopetas de uso táctico entendiéndose como tales las destinadas al uso militar y policial.



Y sí, no os engaña la vista. He tenido la poquísima vergüenza de utilizar una fotografía de Chris Costa (extraída de la red, lamentablemente no tengo el gusto de conocerlo), que espero que no se me enfade. Realmente tenía varias de mis antiguos cursos pero en todas encontraba una pega. Así que querido y admirado Chris, he elegido una foto de tu persona porque la posición es perfecta para lo que quiero.

La otra, la escopeta sin culata y con empuñadura es del catálogo de Mossberg como podía haber sido de otra marca. No es por nada en especial

La pregunta que ha dado lugar a esta nota fue: “Arturo, ¿cuál piensas que es la mejor culata para uso policial o táctico?”. Realmente es una pregunta que me han hecho varias veces. Responderé dando mi opinión personal, aunque primero vais a tener que soportar un poco de rollo antes.

Digamos que la culata es el elemento del arma larga que sirve de unión entre el arma en sí y el cuerpo del usuario. Entendemos como “arma” el conjunto que forma el cañón, el cajón de mecanismos, los sistemas de disparo y alimentación, etc. Hasta aquí no hay novedad.

Si tratamos de lo menos importante de esta nota, pues podemos hablar un poco de las partes, de los materiales de construcción y de los tipos. No me voy a detener mucho en todo esto.

Materiales, fundamentalmente se fabrican en madera o en polímeros aunque también hay alguna metálica, sobre todo si son abatibles o extensibles; el material no es algo que influya especialmente a menos que no sea de calidad y se desintegre poco a poco. Por tipos podemos separarlas en:

§  Fijas. Tenemos tres grandes grupos: inglesas (se usan sobre todo en las paralelas de caza), “de pistolet” o con pistolete integrado (la que lleva Chris) y con pistolete o empuñadura a parte (la que llevo yo).

§  Móviles. Fundamentalmente extensibles (se encogen sobre sí mismas) o abatibles (se pliegan hacia un lado o sobre el arma). Hay algunas extensibles que llevan un amortiguador interno para suavizar el retroceso.

Las partes. Básicamente encontramos el cuerpo en sí de la culata, la cantonera en la zona de contacto con el hombro (de goma para evitar que resbale y amortiguar el retroceso), la garganta es la unión con el arma y que puede ser en forma de pistolete o recto, y la carrillera sobre todo en las deportivas ya que ayuda a asentar mejor el rostro (pero la culata deja de ser simétrica).

Ahora lo interesante de la nota. ¿Cuál es la importancia de la culata desde un punto de vista operativo?

A mi parecer hay dos aspectos en los que basar esa importancia para elegir un tipo de culata u otro: la efectividad que puedo llegar a alcanzar y la homogeneización tirador-arma. Empezamos con el primero de ellos, teniendo en cuenta que la efectividad en una escopeta no es la precisión como la entendemos porque tiene un alcance limitado y relativa poca exactitud por el tipo de municiones empleadas (hay que ser flexible para entender mi afirmación).

Salvo contadísimas excepciones, las escopetas de aplicación o uso “táctico” tienen un indudable origen cinegético/deportivo: básicamente son escopetas de caza tuneadas (pintaditas en negro, materiales plásticos, etc.). En cualquier caso hay un punto que es clave y es que mi efectividad va a depender muchísimo de la estabilidad que soy capaz de alcanzar con el arma en los disparos. Y esta estabilidad va a depender de la posición corporal (que no voy a tratar en esta nota) y de la interacción con el arma.

Esta interacción que me da estabilidad y efectividad la puedo basar en 3 puntos de contacto corporales con el arma: el hombro, el rostro y la mano de apoyo. Podéis probar a tomar un arma larga (descargada) cualquiera, apuntar a algo en la lejanía y retirar cualquiera de esos puntos de contacto para daros cuenta que habéis perdido la efectividad; el arma se mueve y no se mantiene sobre el objeto. Esa relación que hay entre tirador y arma asegura el resultado, el resto es posición corporal. Analizamos brevemente cada punto, dejando el primero para el final porque le voy a dar continuidad con la homogeneización arma-tirador que mencioné antes.

La mano de apoyo (no se llama mano débil ni mano inhábil ni cosas así) tiene como misión principal soportar el peso del arma, dirigirla hacia el agresor, orientarla a lugares diferentes de la escena,… , sirve para recargar, apartar cosas, abrir puertas,… ¿Vemos como no es ni débil ni inhábil? El brazo de esta mano no debe estar totalmente hiperextendido (ahí no le doy la razón a Chris) porque nadie aguanta mucho tiempo con el brazo así, biomecánicamente no es posible. Debe estar en una extensión natural puesto que así puedo sostener el arma y hacer uso de su musculatura para presionarla contra el cuerpo y gestionar mejor su retroceso.

El rostro, la mejilla para ser más exacto. Si no hay contacto con el arma no puedo apuntar. Aquí influye mucho el diseño de la culata y los elementos de puntería que llevemos en el arma; debe ocurrir que al apoyar la cara en la culata estos queden delante de los ojos. Pero cuidado cuando se lleva un visor sobre el arma que ocasione que al encarar ya no quede a la altura correcta y requiera despegar la mejilla para elevar el rostro y situarlo frente al visor; ahí ya no podemos ser efectivos porque nos falta este punto de contacto. Opción 1 (llamado “apaño”) apoyar la parte lateral-inferior de la mandíbula pero el arma se moverá ligeramente más en el retroceso, y opción 2 incorporarle una especie de carrillera postiza a lo largo de la parte superior de la culata para sobre elevarla (algunas culatas vienen sobreelevadas de serie).

El hombro… jejeje… os he mentido… juas juas juas…

No se apoya el arma larga en el hombro. Si la apoyo en el hombro quiere decir que estoy situado sensiblemente lateralmente respecto al agresor, y al hacer eso establezco un punto de giro en mi cintura: cuando dispare el arma se elevará y se desplazará lateralmente porque no hay masa corporal que se oponga al retroceso. Giro.

El hombro es la mayor interacción que tengo con el arma, por eso lo uno a la homogeneización con ella a través de la cantonera; debo situarla de modo que sea lo más sólido con ella. Si nos fijamos en las imágenes (sobre todo Chris) nuestros cuerpos están situados fundamentalmente enfrentados al agresor y al hacer esto la culata se desplaza hacia el pectoral (hay un motivo más aparte de añadir masa corporal que no entra en esta nota).

Antiguamente se instruía con arma larga diciendo que la culata “hay que dividirla en dos mitades y situar la mitad inferior en el hueco que se forma entre el hombro y el pecho”. Realmente con una escopeta y posta o bala… pocos disparos aguantas así, y con un fusil se produce tanto movimiento que la precisión disminuye y el intervalo entre disparos se alarga. No eres efectivo.

Al situar la culata sobre el pectoral (en la vertical del pezón) se acerca casi automáticamente el brazo de ese lado al cuerpo y se forma una curva que mantiene el arma en el lugar sin que resbale hacia el hombro, que es lo que ocurre si lo apoyo en el hueco que antes mencionaba. El brazo queda pegado al cuerpo y me ayuda a mantener el arma fija con más facilidad que si tengo la culata apoyada en el hombro. Aparte es una zona corporal que absorbe mejor el retroceso porque hay “más chicha”, al estar centrada respecto al cuerpo casi inutilizo ese punto de giro que mencionaba antes, y si adelanto el tronco (se ve en las imágenes) paso a añadir masa corporal hacia delante que va a contrarrestar mejor el retroceso: mis disparos van a ser más efectivos porque el arma se va a mover menos, voy a recuperar la posición (y la puntería) antes y voy a poder hacer más disparos consecutivos por tanto.

Y con chaleco antibalas o portaplacas también se puede. Lo prometo.

Otros aspectos a tener en cuenta.

§  La longitud de la culata influye en el resultado del tiro ya que va de la mano a la envergadura del tirador. Los fanáticos de la caza y del tiro deportivo se hacen las culatas a medida. Con ello se aseguran que el arma sea “de su talla”. Y eso es así porque influye en el encare (la visión de los elementos de puntería) y en el alcance al disparador (la velocidad de tiro) sobre todo. La experiencia me ha demostrado que si empleo un arma con pistolete o empuñadura, esto lo reduzco.

§  Si la culata es corta “pega” menos. Si tengo el brazo principal (el de la mano principal, la que acciona el disparador) muy extendido porque la culata es larga la musculatura de ese lado no está adecuadamente contraída y no absorbe bien el retroceso, recibe golpes. Si la culata es más corta ocurre lo contrario: el brazo principal está contraído y la musculatura está más tensa por lo que noto menos la fuerza del disparo.

§  Las culatas plegables no suelen ser muy ergonómicas por que deben fabricarse de modo que se integren contra el arma. De hecho hay muchas que son incómodas.

§  Sobre el uso de empuñaduras como la de la imagen, que acortan notablemente la longitud del arma y a Arnold Schwarzenegger le quedan ideales en Terminator. Las reservamos para cuando convirtamos el arma en herramienta, por ejemplo, de apertura de puertas. Cuando hay un arma principal y la escopeta pasa a ser una mera herramienta y sólo se vaya a utilizar con ese fin. ¿Por qué? Porque es difícil aguantar el retroceso “a brazo” de la munición de apertura o de las postas y, porque como habíamos visto antes, si no hay puntos de contacto… no soy efectivo a menos sólo vaya a hacer un disparo a una cerradura; a un agresor a 10 ó 15 metros no le voy a dar.

§  Carrileras para compensar alturas respecto a elementos de puntería. No. Hay culatas que las llevan sólo en un lado (para diestros o zurdos) y crean un problema. Por más que digamos “que va, que va, yo entreno como si fuese el combate”, es mentira. Me voy a centrar en dispar por mi lado principal (el derecho por ejemplo) que es con el que me encuentro genial y es donde tengo la carrillera. Y el día que cambio de lado… “oh Dios, no veo el visor… oh Dios que raro es esto”. Te falta la dichosa carrillera. Así que o no llevas carrillera y usas la Opción 1 de antes (el “apaño”) o empleas una carrillera postiza para todo el lomo superior de la culata.

Mi respuesta a la pregunta “Arturo, ¿cuál piensas que es la mejor culata para uso policial o táctico?”. Realmente yo no puedo dar una respuesta correcta para todo el mundo porque es una cuestión de mera morfología corporal, de cómo esté construido uno (o una).

En mi caso YO prefiero usar culata y pistolete separados porque soy capaz de mantenerme bien unido al arma teniendo en cuenta todo el rollaco que os solté antes (esa posición de plegado, etc.). La experiencia me ha demostrado que si empleo una escopeta como la del bueno de Chris, en cuanto me empiezo a concentrar en hacer los disparos, en los elementos de puntería, en buscar y evaluar, en recargar,… acabo por sacar el codo como hacen los cazadores (elevar el codo despegándolo del cuerpo) y entonces la escopeta empieza a resbalar del pectoral hacia afuera. Prefiero ir a lo seguro.

Espero no haber sido demasiado aburrido y os haya parecido correcto el razonamiento.

Un saludo.

Arturo Mariscal Rubial.

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