Sujeciones en las recargas

Artículo publicado originalmente el 30/06/2020

El otro día surgió la conversación (virtual) precisamente sobre este tema después de que un conocido me hiciera llegar un video de la hija de Jerry Milkulek recargando una escopeta. Y debo reconocer que la muchacha es un fenómeno (como el padre) en la velocidad y manipulación,… pero haciendo deporte; sea este IPSC, foso olímpico, skeet, pistola velocidad 25 m, F-Class, etc. Deporte.

El deporte permite aprender, entrenar y practicar cosas, y más en un páramo de país como este (España) en todo lo que sea referente al uso de armas y a la formación con ellas. La realidad es muy distinta al deporte, y yo no entreno ni para deporte ni a deportistas. En el deporte el estrés simplemente es el que generaría tener como contrario a Jerry Mikulek, a Eduardo de Cobos (lo admiro), o a Fátima Gálvez (también) por poner nombres de grandes campeones. En la realidad…

La realidad es muy jodida. Porque el que agrede normalmente lleva la iniciativa, con lo cual tu tiempo de reacción para sobrevivir se reduce muchísimo. ¿Y si añadimos oscuridad, frío, lluvia, miedo, una herida,…? El estrés al que estamos sometidos es mucho más intenso, y llega a paralizar opciones defensivas que creíamos superentrenadas. Ya lo hemos visto en otras notas y así lo han expuesto otros autores (no yo) en sus libros.

Y partimos del hecho de que pocas personas de las que estáis leyendo esto entrenáis tan a diario como don Mikulek o lleváis el equipamiento para trabajar como el equipamiento deportivo de don Mikulek. Cuando uno cambia los “speed loaders” de IPSC de don Mikulek por unas fundas reglamentarias de cargadores con tapita como las de Arturo la cosa cambia bastante.

Recordemos un poco de fisiología y del funcionamiento de nuestro cuerpo: habilidades motoras, reacción bajo estrés, simetría lateral, etc. Como ya lo he expuesto en otras notas, uno debe acostumbrarse a trabajar aprovechando las destrezas que se sabe que siempre funcionan porque son acciones básicas y están relacionadas con la defensa primitiva: golpear, agarrar, empujar, etc. Lo demás que sea complejo o requiera acciones manipuladoras más complicadas tiene un porcentaje elevado de fracaso cuando no debe fracasar.

Os recuerdo, repitiéndome de otras notas. Las habilidades motoras son los movimientos y las acciones de los músculos; se las separa en ”gruesas” y “complejas o finas”. Las gruesas son las que adquirimos y desarrollamos de niños y son las relativas a grupos musculares grandes que permiten mantenerse en pie, caminar, correr, nadar, agarrar, etc. Las finas o complejas son combinaciones de músculos pequeños que requieren la combinación ojo-mano para realizar movimientos hábiles como sujetar objetos, escribir, pulsar un botón, etc. Estas funciones finas o complejas son las primeras que se pierden en una situación de estrés.

Sigo repitiéndome. Las reacciones bajo estrés de supervivencia afectan a las actividades en general (nos interesan las de combate) y van relacionadas con la pérdida de las habilidades motoras que vimos anteriormente y dependen de cada persona. Es importante conocer cuáles son las habilidades que se pierden para procurar aprender técnicas que no las empleen mayoritariamente: ir a lo simple y repetirlo hasta mecanizarlo.

Y sigo repitiéndome. Sobre la simetría bilateral que, en este caso, nos sirve de ventaja como veremos más adelante. Por ahora recordemos que, en determinadas situaciones estresantes, lo que haces con una mano probablemente lo hagas simultánea e involuntariamente con la otra. Por ejemplo, si estoy agarrando la camisa del agresor con una mano puedo llegar a experimentar una respuesta de agarrotamiento en la otra mano.

Vamos a hablar de cómo recomiendo YO (y más gente) realizar la sujeción de cargadores o cartuchos en las recargas de nuestras armas, y para ello vamos a tomar como ejemplos las imágenes del “collage” que ilustra esta nota y que aparecen marcadas con la “V” del “así sí” y la “X” del “así no”. Y por supuesto vamos a dar motivos.



Cualquiera que ha estado en uno de mis cursos o se ha leído alguna de mis notas sabe que repito muchas veces que lo ideal es emplear la misma técnica para la mayor parte de opciones, esto es así porque evita aprender muchas técnicas. Y si no es posible emplear la misma para varias cosas, se deben emplear técnicas similares. Y esto es lo que pasa con la forma de sujetar en las recargas.

Empezamos con los cargadores de pistola y fusil. Lo primero y más importante en una recarga es evitar estar dando vueltas al cargador en la mano tras extraerlo. La recomendación es llevarlos siempre con las puntas de los cartuchos (los proyectiles) en dirección a la hebilla del cinturón o al ombligo, que es la línea central del cuerpo. ¿Por qué? Pues porque si los llevo en esa disposición me estoy asegurando que mi mano de apoyo (la que no empuña) va a acceder a ellos y los va a extraer de sus fundas con la orientación apropiada para dirigirlos a la boca de alimentación y a introducirlos sin dudar.

Es válido para zurdos y diestros porque es una posición simétrica.

En este caso expuesto ¿la norma que siempre funciona cuál es? Es sencillo porque todos sabemos situar perfectamente el ombligo y tocarnos la hebilla del cinturón sin mirar. Y si somos capaces de hacer eso (probad a hacerlo), también somos capaces de deslizar la mano hacia la cadera hasta topar con el cargador (hacedlo) porque sabemos que está ahí porque siempre lo llevamos ahí. Si es un fusil y llevo los cargadores en los alojamientos de un chaleco (pecho), va a funcionar igual pero sólo voy a necesitar bajar la mano para tocar los cargadores.

¿Cómo lo sujeto y lo extraigo? El movimiento debo hacerlo de modo que la mano se deslice hacia atrás hasta que la palma de la misma topa con el cargador, sólo así lo podemos sujetar como aparece en las imágenes correctas. Y ya sé que está dentro de la funda y que la funda tiene una tapita. Pero es así como llega la mano y se apoya en el cargador para localizarlo y luego ya es quitar la dichosa tapita y volver a apoyar la mano sobre el. Y la mano se desplaza hacia atrás invertida, con la palma dirigida hacia atrás y el pulgar rozando el cuerpo. ¿Para qué? Pues para apartar ropa o equipo si es necesario.

Vemos que es un movimiento que me va a servir cuando vista mi equipo para invadir países o cuando vista mis mejores galas porque voy de escolta.

Si nos fijamos en las imágenes vemos que el cargador (pistola y fusil) apoya sensiblemente su base en la palma de la mano y que los dedos los rodean aferrándose a ellos; tan sólo hay uno que se queda extendido en su lateral y dirigido a los proyectiles. Luego vemos por qué. Sobre sujetar aferrando… Es una cuestión de grupos musculares, habilidades motoras y simetría lateral:

  • Si sujetas usando los dedos como pinzas (imágenes incorrectas) empleas habilidades motoras finas que quizá por estrés no funcionen en condiciones óptimas. El cargador se cae.
  • Si sujetas agarrando con la mano como en las imágenes correctas te apoyas en grupos musculares que son básicos para defensa (agarrar, empujar, etc.), las habilidades motoras gruesas. Si además estoy en movimiento, la simetría lateral hace que la sujeción sea más fuerte. El cargador tiene menos posibilidades de caer.
  • Y si lo sujeto agarrándolo estoy situando todo el peso del cargador dentro de la palma de la mano; es difícil que se caiga. Si lo sujeto con los dedos el peso se aleja de la mano y no lo pueden sujetar con firmeza por lo que puede oscilar. Con movimiento, el cargador se cae.

El dedo en el lateral siempre me lleva a dar la explicación más licenciosa y divertida en los cursos, pero es así. Y lo voy a demostrar con un ejemplo.

Vais a ser tan amables de coger el dedo índice de vuestra mano de apoyo (por ejemplo la izquierda) y lo vais a extender poniéndolo bien derechito. Ahora vais a cerrar los dedos de vuestra mano principal (la derecha) como si tuvierais una pistola en ella; observad que se ha formado una especie de cilindro o de círculo con los dedos (un puño hueco). Ahora viene lo difícil. Venga, sin mirar, vais a llevar el dedo índice extendido hasta meterlo en el círculo que forman los otros dedos. ¿Qué ha pasado? ¡Sorpresa!, está dentro. Y lo podéis hacer poniendo las manos en la espalda, sobre la cabeza, en la cintura, etc.

Eso os recordará las notas en la que hablaba de la consciencia situacional y de recargar con el arma dentro de una zona de manipulación y hacia arriba sin perder la visión del agresor… Ese libertino dedo extendido es una guía, desde que somos niños pequeños somos capaces de hacer eso en cualquier momento y situación (como encontrar el ombligo); en este caso, esa es la norma que siempre funciona. Pues hay que aprovechar eso para cuando no se deba o pueda mirar la ventana de carga.

Pasemos a la escopeta.

La hija de don Mikulek es un fenómeno porque la veo en el video sonriendo a la cámara mientras coge los cartuchos de dos en dos y los va metiendo en el depósito, o los coge de cuatro en cuatro para introducirlos uno a uno a gran velocidad. Es una técnica que se puede ver en los videos que muestran campeonatos de IPSC en su modalidad de escopeta. Incluso se emplean una especie de tubos que son medios de carga rápida. Seguimos en lo mismo: deporte.

Y ya he dicho que la realidad es distinta. Las fundas para la guerra no te permiten sacar los cartuchos de cuatro en cuatro ni de dos en dos. Los “speed loaders” de IPSC son de plástico rígido y llevan los cartuchos expuestos y ordenados para que la mano los agarre como se ve en la imagen de la izquierda y abajo. Pero los de la guerra a veces son meras bolsas donde la munición va dando alegremente vueltas, o con suerte son fundas de cordura o nylon con tapita y los cartuchos van sujetos con bandas elásticas. Como suponemos, no van a salir como los saca la hija de don Mikulek.

Y si nos fijamos, hay dos fotos de mano izquierda (mi mano estándar de apoyo) y sólo una de la mano derecha (mi mano estándar de empuñamiento o principal); y esta mano principal es la que tiene los cuatro cartuchos para recargar. Los cazadores y los deportistas son los únicos que deshacen el empuñamiento para recargar, por eso están en la mano principal. Y para mi tan incorrecto es sujetar cuatro o cinco o tres o dos cartuchos como hacerlo con la mano principal.

Los cartuchos se sacan de uno en uno y agarrándolos entre los dedos, procurando que haya un obsceno dedo índice que actúe de guía; y con la mano de apoyo, nunca con la principal. Y de esto he puesto dos imágenes, una correcta y la otra no. Las vemos explicando.

Empezamos por la incorrecta. El cartucho queda sujeto entre el índice y el meñique, “asegurado” por el pulgar. No me vale porque no es una sujeción fuerte, esta afirmación no necesita más explicación. Y debo añadir dos cosas más:

  • Cuando lo vaya a colocar en la ventana de expulsión para que caiga dentro de la recámara (cartucho en recámara) debo soltar ese pulgar, por lo que la sujeción se debilita. Un mal movimiento y… cartucho al suelo.
  • Cuando lo voy a colocar en la ventana de alimentación (cartucho al depósito) tengo que soltarlo de los tres dedos una vez está en el lugar, para poder girarlos y hacer que el pulgar lo presione por el culote para introducirlo. Un mal movimiento y… cartucho al suelo.

Si el cartucho lo sujeto como en la última imagen, pellizcado entre pulgar, índice y medio de la mano de apoyo estoy empleando los grupos musculares que me permiten agarrar o aferrar algo, las funciones motoras gruesas que siempre funcionan. También tengo un dedo índice que va a hacer de guía inconsciente. Y es una forma de sujetar que no requiere manipulación que debilite la sujeción:

  • Para introducirlo en la ventana de expulsión (cartucho en recámara) no hay que soltar nada, sólo llevarlo a la ventana, embocarlo y dejarlo caer. Hasta el último momento es una sujeción fuerte.
  • Para introducirlo en el depósito a través de la ventana de alimentación tampoco debo soltar nada hasta que se ha embocado en la ventana y está dirigido al depósito. Entonces los dedos índice y medio lo sueltan y el pulgar lo acaba por empujar dentro. Hasta el último momento hay una sujeción fuerte.

Ah, una última cosa. Que luego a la hora de la verdad se va a dar la situación de cogerlo pinzando porque en ese momento ha salido así fruto de la situación, del estrés, de estar corriendo... Pero se trata de entrenarlo para hacerlo bien, porque si se entrena es más probable que salga bien más veces que mal.

Un saludo.

Arturo Mariscal Rubial. 

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